Esta noche cambiaré, te juro que cambiaré.

"Mi parte favorita de las comedias románticas es cuando el protagonista advierte lo que hace mal y comienza a cambiar. Justo en el momento anterior al cambio, suena una canción que lo hunde y lo deja en silencio. Luego sonará otra canción que lo levantará. Esas dos escenas unidas por segundos muestran al protagonista en su movimiento: los meses pasan, la pieza se ordena, las fotos del amor no correspondido se queman, hasta que por fin vuelve a sonreír. Esos segundos son el único privilegio que tienen las películas y que nosotros no podemos alcanzar. Para nosotros, los años son años y no segundos, y no cambiamos sino mucho después, sin que nos demos cuenta, sin gestos, sin canciones." (C.C).