De todo un poco... pensamientos que van y vienen, y que necesitan posarse en algún lugar del ciberespacio (aquí).
domingo, 7 de abril de 2013
¡Corre Mané corre! (am a sorvávo) (12/02/11)
Antes, en momentos tristes
o difíciles, sólo tenía ganas de correr lejos, bien lejos, todo lo que mis pies
permitieran, evidentemente con la idea de escapar y no saber más. Debido a
esto, quedé con la idea permanente de que, correr, SIEMPRE significaba escapar,
y encontraba que era un acto de lo más cobarde (obvio que en esta suposición no
"corren" los atletas, pues el asunto no es literal), pero hace
algunos días mi "idea" dio un vuelco de 180º, ya que vi una película
llamada "Run Lola run", en donde la protagonista corría
todo el tiempo, pero con el objetivo de cumplir un acto noble, como lo era
salvar a su "peor-es-nada" (o quizás "mejor-es-todo",
en realidad nunca caché bien qué relación tenían, pero eso no viene al caso).
No anulo por completo mi idea inicial, pero siento que el contexto es
importante, y ahora puedo ver el acto de correr como algo liberador, que te
mantiene activa, enérgica, te insta a que sigas luchando por lo que quieres y
no te detengas cuando la pena te embargó.
"Lo que no te mata te hace más fuerte": Esa frase me la regaló
una compañera del colegio, y nunca más se fue de mi vida, al igual que la
canción de las Destiny's Child que, aunque me dé un poco (harto) de
vergüenza reconocerlo, es mi himno interno en los momentos difíciles. (También
me gusta porque me acuerdo de mis tiernos 12 años).
No hay comentarios:
Publicar un comentario