domingo, 7 de abril de 2013

Cansada de "nostalgiar" (7/08/11)



                                                                               


“Últimamente ando algo perdido,

me han vencido viejos fantasmas,
nuevas rutinas.
Y en cada esquina acecha un ratero
para robarme las alhajas, los recuerdos,
las felicidades”.

     Sucede que esto no pasa sólo últimamente. Me he dado cuenta que, por lo menos en mi vida, cuando todo va sobre rueditas e impecablemente bien, de repente ¡PAF! el tropiezo que me acecha a la vuelta de la esquina, sin piedad; o el imprevisto, aquello que no estaba en mis planes, aquello que no se me había pasado ni por la mente, aparece inexplicablemente, estoico, para hacerme dudar acerca de si vale la pena seguir adelante o no. Y siempre ha valido la pena, pero con ciertas modificaciones (producto del imprevisto ese que viene a cambiar el panorama), y debido a esto he aprendido a no querer controlar tanto las cosas y a ir viviendo el momento a medida que vaya sucediendo (pero siempre con precauciones, eso también lo he aprendido).


“Han de venir tiempos mejores,
cometeré más errores, daré menos explicaciones,
y haré nuevas canciones.”


     He aprendido muchísimas cosas en lo que va del año, tantas, que ya ni sé si pueda analizarlas con calma, así que sólo queda integrarlas a mi vida cotidiana, y sigamos remando para adelante.  El panorama actual presenta novedades tanto físicas como sicológicas y, sobre todo, espirituales y sentimentales… a modo de mix: estoy preparándome lo mejor que puedo para enfrentar mi último semestre universitario, me causa cierto temor todo lo que está ocurriendo en nuestra sociedad, especialmente lo que está ligado al tema de la educación; me corté el pelo, tanto, tanto, que temo que algún día vuelva a rozar mis codos otra vez (pero está suavecito y sin puntas quemadas); la balanza marca 58 kilos y medio… nunca había pesado tanto en toda mi existencia, y lo más curioso de todo, es que mi cintura no se ha modificado en lo más mínimo, y mi cuerpo tampoco, lo que me permite inferir que el deporte cambió la grasa por músculo y eso significa que estoy más sana; estoy yendo al psicólogo y eso me ha servido demasiado, sobre todo para entender que no me la puedo sola, y que uno no siempre sabe cuándo pedir ayuda; estoy durmiendo a las 22:00 y madrugando casi todos los días; me inscribí en folclore; he regaloneado como nunca en mi casa y me han consentido como siempre; (muy a mi pesar) me he vuelto selectiva con las personas que se me acercan… no es que me crea la reina de nada, pero la vida me ha obligado a hacerlo para evitar el golpe que significa desilusionarse a fondo. Mi invierno fue tiempo de reposo y de reflexión, y mi primavera se convertirá en un renacer importante, pues indudablemente estoy más grande, y eso me gusta, y ya no me asusta, porque existen personas que todavía  me quieren, y eso se agradece en el alma. En definitiva, si me enfoco en el momento actual (como también he aprendido a hacerlo), no me queda más que agradecer a Dios.



“Y qué vamos a hacerle,
si es que últimamente ando algo perdido,
SÍ TE NECESITO."

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Sueños de libertad.

"Lo gracioso es que estando afuera de prisión era un hombre honrado, recto como una flecha. Tuve que entrar en prisión para convertir...