Consecuencia colorística y calcetinesca.

Me encantan los colores, me dan energía, paz, alegría, ánimos y fuerza... es demasiado.
Los calcetines no me agradan tanto, porque bloquean la libertad de mis dedos al aire, y eso es nefasto... pero en la época invernal (que gracias a Dios por fin se acerca) ese espíritu carcelario se agradece con ímpetu.


Entender, asimilar, comprender, aprender, continuar, crecer, seguir caminando, lento pero seguro, aligerar el paso, ser cómplice del resto y de ti mismo... todo es absolutamente necesario.