domingo, 7 de abril de 2013

Nubosidad parcial (11/01/12).


     No estoy inspirada para escribir, sin embargo lo hago de todas maneras porque necesito desahogarme de algún modo. Ya me conozco lo suficiente como para saber que esta es una de mis terapias favoritas y eficaces. Escribir me libera, me desahoga, me ordena la cabeza y el corazón, y es por eso que lo hago constantemente, donde sea. Muchas veces renegué de la escritura, sentía que en vez de ponerme a hacer las cosas que debía, me ponía a escribir, y que eso no estaba bien. Sin embargo, ahora no pienso lo mismo, pues creo que es uno de los medios más nobles y económicos que tengo para sacar la felicidad, rabia, alegría, tristeza, etc. de mi alma; y todo lo que esté en pro de mi salud es bienvenido.

    ¿Qué más puedo agregar? Muchas cosas. El comienzo de año ha sido caótico, lo que me ha llevado a profundas reflexiones acerca de mi vida, y eso me ha ayudado a descubrir muchísimas cosas:

1)                  La vida siempre está acompañada de problemas. Sin embargo, creo que la mía se mantuvo tranquilita hasta el año 2008, y desde el 2009 en adelante me ha tocado crecer a punta de porrazo limpio en todos los ámbitos habidos y por haber. TODOS. Ha sido difícil, no lo niego, pero  uno se da cuenta que las cosas negativas tienen su razón de ser, y que frente a eso sólo queda reciclar el aprendizaje correspondiente para poder seguir adelante con las manos llenitas.
2)                  La mente es tan poderosa que a veces nos engaña respecto a nuestros sentimientos, anhelos y demases. Muchas veces el cuerpo y la intuición hablan por sí solos, pero uno está tan ocupado con la mente, con eso que se supone que queremos alcanzar, que cuando frenamos para hacer oídos a lo que realmente anhelamos, ya es un poco tarde. Comprendí que, muchas veces, a la última que escuché respecto a lo que me haría feliz de verdad fue a mi misma, y esto es porque no le puse atención a mi cuerpo y a mis propios sentidos.     Y sé que debo hacerlo más seguido, porque ellos siempre han sido los que han respondido por mí, y han logrado detectar lo que me pasa antes que el mundo mismo… y antes de que yo me dé cuenta realmente.
3)                  Leí por ahí (en una revista) que cada uno de nosotros tiene un “yo real” y un “yo ideal”. El primero es aquel que somos en este momento (con defectos y virtudes), y el segundo es aquel que nos gustaría ser. Se supone que cuando uno está más a gusto consigo mismo es cuando su “yo real” coincide en gran parte con su “yo ideal”. La verdad es que le encuentro bastante sentido a esta afirmación, ya que conozco a tantas personas que son de determinada manera, pero se esfuerzan por ser de otra forma, y al final ni saben lo que son ni lo que quieren. Respecto a esto me siento bastante bien, pues a pesar de que me faltan muchas cosas por cambiar para lograr mi “yo ideal” (como mi carácter, por ejemplo) en forma general siento que me mantengo fiel a mí misma.
4)                  A cualquier ser humano normal (creo) le cuesta un mundo reconocer sus errores y asumirlos, pero esto a mí me cuesta bastante más que al resto. La buena noticia, es que ya descubrí el por qué: no es porfía ni maña ni creer que me las sé todas (para nada), es simplemente que me duele reconocer que hice mal algo que esperaba con todas mis fuerzas que resultara bien.
5)      Mi impulsividad es mi peor enemiga.
6)      Para mí es más fácil… yo no estoy enamorada.

2 comentarios:

  1. Buen desahogo... a veces te extraño! :P Así qué leo tus blog...

    ResponderEliminar
  2. Chanananá! me dió nostalgiaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! mi fiel lectora Karlita :D

    ResponderEliminar

Sueños de libertad.

"Lo gracioso es que estando afuera de prisión era un hombre honrado, recto como una flecha. Tuve que entrar en prisión para convertir...